Violencia contra la mujer y el papel del apoyo social
- Giselle Lopez
- 27 dic 2021
- 3 Min. de lectura
La violencia contra las mujeres en las relaciones de pareja produce serias consecuencias en la salud mental de sus víctimas, incluyendo con frecuencia cuadros clínicos tales como el trastorno por estrés postraumático, la ansiedad y la depresión.
Además, el aislamiento social de las víctimas es un fenómeno muy característico y frecuente, especialmente en los casos de violencia crónica y continuada. Para el maltratador mantener a su mujer aislada y dependiente de él es una manera efectiva de control y dominio sobre su vida. Esto conlleva una merma en la provisión de apoyo social a la víctima, lo cual a su vez puede tener consecuencias adversas para la víctima ya que el apoyo social constituye un factor reconocido de resistencia y protección en situaciones de estrés. Lo anterior explica que en la última década se haya producido un aumento de investigaciones acerca del rol del apoyo social en la violencia contra las mujeres. Los resultados de los estudios realizados sugieren que el apoyo social desempeña un papel central en el bienestar y la salud mental de estas mujeres. A este respecto, inspirándose en el trabajo clásico de Cohen y Wills (1985) se han propuesto fundamentalmente dos perspectivas diferentes: el modelo del efecto principal y el modelo del efecto amortiguador del estrés. Por un lado, el modelo del efecto principal postula que el apoyo social contribuye a la salud psicológica de las mujeres independientemente del grado o severidad del abuso sufrido. Esto se ve apoyado por diversos estudios que han mostrado que el apoyo social se asocia con el bienestar general de las víctimas y con su salud mental, incluyendo menos síntomas de depresión e intentos de suicidio. Por otro lado, el modelo del efecto moderador se basa en la premisa de que el apoyo social es un factor amortiguador para las mujeres que sufren malos tratos. Esto es, el maltrato puede tener un impacto diferencial en el bienestar de las mujeres en función de su nivel de apoyo social percibido (Beeble, Bybee, Sullivan y Adams, 2009). Numerosos estudios han dado apoyo a esta perspectiva, mostrando, al analizar la interacción entre el apoyo social y la violencia, que el apoyo social es un importante factor de resiliencia para las víctimas de violencia doméstica, que reduce sus niveles de ansiedad, el riesgo de suicidio y los síntomas de estrés postraumático. Se ha sugerido que esta influencia amortiguadora del apoyo social es menor cuando el abuso es muy severo (Carlson et al., 2002). La mayor parte de los estudios realizados en este ámbito se han centrado en el papel del apoyo social informal (Coker et al., 2002). Éste puede definirse como la creencia de que otros se preocupan por una, la estiman y la valoran, en una red de obligación común y mutua (El-Bassel, Gilbert, Rajah, Folleno y Frye, 2001) e incluye las relaciones con familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, etc. En contraste, el rol del apoyo social formal, es decir, del grado de asistencia o ánimo que una mujer maltratada recibe de personas con las que contacta, o que contactan con ella, cuando su relación está basada en responsabilidades profesionales hacia ella (Belknap, Melton, Denney, Fleury-Steiner y Sullivan, 2009), ha sido relativamente descuidado. No existen apenas estudios que evalúen conjuntamente el rol de ambos tipos de apoyo. Una excepción es el estudio de Belknap et al. (2009), quienes encontraron que el apoyo social informal tiene un impacto mucho mayor en el bienestar emocional y la salud mental de las víctimas que el apoyo social institucional. Por otra parte, además de su papel en la salud mental y emocional de las mujeres, el apoyo social juega un rol muy importante en la seguridad de las mismas (Goodman y Smyth, 2011). En concreto, el apoyo social puede mejorar las habilidades de las mujeres para acceder a recursos que les pueden ayudar a protegerse del maltrato (Bosch). El apoyo social también puede favorecer la ruptura con la relación abusiva y la prevención de nuevas victimizaciones.
Para más información leer a
Buesa, Sara; Calvete, Esther.
Violencia contra la mujer y síntomas de depresión y estrés postraumático: el papel del apoyo social
International Journal of Psychology and Psychological Therapy, vol. 13, núm. 1, marzo, 2013, pp. 3145
Universidad de Almería Almería, España







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