Trastorno límite de la personalidad
- Giselle Lopez
- 2 jun 2021
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La personalidad tiene un origen etimológico el cual significa máscara, término que es acuñado para definir las diferencias entre uno y otro ser humano. Desde esta perspectiva podemos entender que la personalidad es la forma de ser de cada uno que nos permite diferenciarnos de los demás.
La causa exacta del trastorno de personalidad limítrofe es desconocida; no obstante, existen varias hipótesis psicológicas basadas en factores biológicos, sociales y sicológicos para la comprensión de las personas que padecen este trastorno. Un factor importante planteado por autores como Millón (1999), Pinto (2004) es la estructura familiar de origen de los mismos, entendiendo la estructura familiar como un conjunto invisible de demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de una familia (Minuchín, 1986).
El trastorno de personalidad limítrofe (DSM-IV) (1994) tiene una prevalencia del 2% en la población general y es el 30-60% de todos los trastornos de personalidad, siendo el más frecuente. Es el que más consulta (10-23% de un servicio de psiquiatría general) y el que más se ve entre pacientes hospitalizados en un servicio de psiquiatría (20-32%). Se ha reportado que del 5% al 26% de las interconsultas psiquiátricas en un hospital general son por trastornos de personalidad (Menchaca, Pérez, Peralta, )
La principal característica de esta personalidad es la intensidad y la variabilidad de los estados de ánimo. Los sujetos límites tienden a experimentar largos períodos de abatimiento y desilusión, interrumpidos ocasionalmente por breves episodios de irritabilidad, actos autodestructivos y cólera impulsiva. Estos estados de ánimo suelen ser impredecibles y parecen ser desencadenados menos por sucesos externos que por factores internos. Aunque estas cualidades del limite, se consideran básicas en un carácter emocional se observa niveles elevados de inconsistencia en todos los aspectos de su comportamiento. Estos también pueden presentar niveles de energía inusuales que en ocasiones consisten en explosiones súbitas e inesperadas (DSM IV, 1994).
• Ideación paranoide transitoria con el estrés o síntomas disociativos graves.





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