Depresión en adolescentes
- Giselle Lopez
- 21 abr 2023
- 4 Min. de lectura
Adolescencia
Es un periodo de desarrollo comprendido entre los 12 y 18 años de edad, el cual viene acompañado de cambios importantes en tres áreas: físico, cognitivo y social. En esta etapa, los adolescentes pueden presentar mayor probabilidad de sufrir síntomas depresivos debido a los cambios previamente mencionados.
¿Qué es depresión?
La depresión se trata de un trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una alteración del estado de ánimo de tipo depresivo ( tristeza ) a menudo acompañado de ansiedad, en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición, sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto social, alteraciones del apetito y el sueño (insomnio tardío) agitación o enlentecimiento psicomotor, sentimientos de culpa y de incapacidad, ideas de muerte e incluso intento de suicidio, etc. así como síntomas somáticos diversos.
Para algunos autores, los síntomas de la depresión en el adolescente son: aburrimiento, fatiga, nerviosismo, falta de concentración, llamadas de atención, conducta sexual anárquica, hipocondría y agresividad (Weiner,H.; Glaser,D.; Malmquist,C.P.) Toolan,M.(1.996). De todos modos, existe un infra diagnóstico de la depresión en la adolescencia, debido a la interpretación de la variabilidad de los estados de ánimo como cambios hormonales propios de esta etapa.
Actualmente, el diagnóstico de las depresiones en el niño y en el adolescente según el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales (DSM) se realiza en base a los mismos criterios que los adultos, con dos matizaciones; lo que en el adulto se manifiesta como un estado de ánimo deprimido, en el adolescente puede manifestarse como irritación. En segundo lugar, el aumento o pérdida de peso en este caso no se valora específicamente; tan sólo se considera el fracaso a la hora de estimar una ganancia de peso establecida. Por su parte, la Clasificación Internacional de Enfermedades (Organización Mundial de la Salud) en su última versión (CIE 10) tampoco considera la depresión como una categoría diagnóstica susceptible de ser incluida en los trastornos infantiles.
Por lo tanto, la clasificación de los trastornos depresivos se establece en función de los criterios de Severidad sintomática y la posibilidad de ciclar. Estableciéndose dos categorías básicas:
Episodio depresivo mayor, con un único episodio o recurrente; Trastorno distímico, con una sintomatología depresiva moderada
Trastornos Bipolares de tipo I y II en función de si se presentan episodios combinados, maníacos, hipomaníacos y depresivos; Trastorno ciclotímico
Síntomas propios de la adolescencia
Especialistas en el tema coinciden al momento de describir los síntomas de la depresión en los adolescentes con las siguientes características:
· Aumento o descenso de peso
· Disminución de rendimiento académico
· Problemas de atención
· Dificultad de concentración
· Pérdida o ausencia de energía
· Agitación motora o enlentecimiento
· Ausencia de motivación
· Baja autoestima
· Estado de ánimo depresivo
· Evitación de actividades que disfrutaba realizar
· Disminución de interacción social y familiar
· Deseo continuo de estar solo
· Pensamientos recurrentes de muerte
· Actividades autodestructivas
Complicaciones
Cualquier trastorno depresivo, puede evolucionar hacia un cuadro de mayor entidad o bien agudizarse o cronificarse, en función de una serie de factores: Muerte de un familiar próximo. Muerte de un amigo. Maltrato físico y/o psíquico. Maltrato a uno de los progenitores. Abusos sexuales. Patología física relevante. Intento o tentativa de suicidio. Consumo excesivo de drogas, alcohol, marihuana o cocaína. Fracaso amoroso. Divorcio de los progenitores. Cambio de residencia. Acoso escolar. Dificultad para la integración social. Fracaso escolar
Normas generales para padres
Según Masís Olivas, E. (2.008), los padres deberían:
Buscar un apoyo profesional que permita detectar irregularidades
buscar un apoyo médico, psicológico y educativo.
Revisar si la dinámica familiar puede ser el desencadenante de la depresión de su hijo/hija.
Propiciar la integración de su hijo/hija en el grupo familiar, haciéndole sentirse importante dentro del mismo (que se le tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones, por ejemplo)
Supervisar sus hábitos alimenticios y de auto higiene, así como la organización del material de trabajo y de su ropa.
No recriminarle el hecho de estar deprimido.
Ofrecerle apoyo incondicional y sobre todo, escucharle
Resolver juntos los conflictos que puedan presentarse (integración en grupos de iguales, incentivar actividades que le motiven, incentivar el deporte-las endorfinas liberadas con la actividad física, pueden ser útiles en la reducción de la sintomatología depresiva)
Tratamiento
Existen diferentes maneras, estrategia o acciones que puede ayudar alos jóvenes adolescentes que tienen depresión siendo tales como:
Tratamiento psiquiátrico- Famacológico
Psicoterapéutico
Tratamiento grupal
Terapia de conducta
Terapia cognitivo condutual
Terapia interpersonal
Terapia familia
Varios investigadores de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, han publicado una investigación en el Journal of American Medical Association (JAMA) en la que asignaban 439 adolescentes con depresión grave a cuatro grupos: Tratamiento con fármaco; Tratamiento con psicoterapia y fármaco; Tratamiento con psicoterapia; Placebo. Tras tres meses de tratamiento, obtuvieron los siguientes porcentajes de respuesta al tratamiento: Tratamiento con fármaco. (60,6%); Tratamiento con psicoterapia (43,2%) Tratamiento con psicoterapia y fármaco. (71,6%) Placebo. (38,4%)
Los autores concluyeron que tanto el uso de fármaco como el tratamiento psicológico deberían estar disponibles en el tratamiento de la depresión adolescente, cabe mencionar que la medicina o fármacos que se le den o recete debe ser por un profesional de la salud.
Es recomendable que el grupo familiar y los cuidadores primarios del adolescente puedan estar al pendiente de los adolescentes y en sus cambios emocionales, físicos y cognitivos durante su crecimiento, en caso de que detecten anomalías en el comportamiento del menor que les pueda preocupar y sospechas sobre el tema que se ha abordado entonces es importante que se pueda acudir con un profesional de la salud mental para que pueda realizar la evaluación correspondiente y recomiende a su vez el tipo de tratamiento que se necesita.
Para mayor información consultar a:
García, A. (2009). La depresión en adolescentes. Revista de Estudios de Juventud, 84, 8a-105
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